Quién no ha escuchado que nadar después de comer es malo para la salud. Nuestras madres y abuelas nos lo dijeron desde pequeños. ¿Pero es realmente malo? Y si lo es, todos deberíamos conocer la respuesta a la siguiente pregunta: ¿en cuánto tiempo después de comer puedo nadar?
En este artículo resolvemos de una vez por todas esta cuestión. Y también te damos consejos para preservar tu salud, sin sacrificar tu diversión o entrenamiento.
Contrario a la creencia popular, la ciencia no respalda la idea de que nadar después de comer sea inherentemente peligroso.
Pese a ello, existe la creencia de que la digestión hace que llegue menos sangre a nuestros brazos y piernas, dejándonos con menos fuerza para nadar y aumentando el riesgo de ahogamiento o calambres.
Sin embargo, lo cierto es que diversos estudios revelan que nuestro cuerpo está perfectamente capacitado para manejar estas fluctuaciones y proveer la sangre y oxígeno necesarios tanto al tracto gastrointestinal como a nuestros músculos durante la actividad física.
Aunque nadar después de comer no es tan riesgoso como se pensaba, hay algunas consideraciones a tener en cuenta para una experiencia más cómoda y segura:
En conclusión, la idea de que nadar después de comer es peligroso es más un mito que una realidad basada en evidencia científica.
Y si bien meterse al agua con un estómago muy lleno puede causar incomodidad para algunos, no hay pruebas suficientes que respalden el riesgo de ahogarse debido a ello.
En Club Cañada te recomendamos escuchar a tu cuerpo y entender cómo responde a la comida antes de la actividad física. Con moderación y siguiendo recomendaciones sensatas sobre la alimentación antes de nadar, puedes entrenar sin ningún problema.
Por último, si sufres de algún padecimiento gastrointestinal o de otro tipo y quieres empezar a nadar de forma regular, lo mejor es que consultes a tu médico antes de hacerlo.
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