Es muy importante que durante el embarazo se tengan hábitos saludables o, en su caso, mantener los que ya se tenían en beneficio del bebé y de la mamá. Es por eso que, la natación prenatal es una excelente opción para ayudar a tener un proceso saludable de embarazo.
Es importante saber si existe alguna indicación médica que impida realizar cualquier tipo de esfuerzo o ejercicio durante la gestación para evitar poner en peligro tanto al pequeño como a la mamá.
Ahora bien, si se tiene la autorización del médico para realizar ejercicio, la natación prenatal ayuda a que el cuerpo se mantenga activo y, además, ayuda para evitar ganar peso excesivo, aportando diversos beneficios para llevar un mejor periodo de gestación y también, fortalecer a la futura mamá para el momento del parto.
Por ejemplo, existen estudios en donde se asegura que hacer ejercicio, como natación prenatal, ayuda a que la duración del parto sea menor y, en mujeres que se presenten temas de obesidad, les ayuda a prevenir y reducir la posibilidad de ciertas complicaciones, como diabetes o hipertensión.
Este estudio se llevó a cabo por parte de la Universidad Politécnica de Madrid, contó con la participación de 508 mujeres, de entre 9 a 11 semanas de embarazo, a quienes se les dividió en dos grupos: uno de control y otro de las que harían natación prenatal. En el grupo de control participaron 253 mujeres, mientras que en el grupo que seguiría la rutina de ejercicios, participaron 255.
Para analizar los resultados del estudio, los investigadores tomaron en cuenta diversos factores del parto, entre los que se encontraban la duración de cada fase del parto, la cantidad de peso que aumentó cada madre durante el embarazo y el peso del bebé al nacer.
Además de ser uno de los ejercicios más seguros durante el embarazo, la natación prenatal aporta diversos beneficios a la mujer embarazada:
Primer trimestre
Durante este periodo lo recomendable es poder nadar al menos 30 minutos al día. Además, hacerlo por la mañana – evitando que sea en ayunas-, ayudará a prevenir las náuseas y brinda energía para el resto de la jornada.
Segundo trimestre
En este trimestre, los cambios físicos son más notables. Aumentar de peso no significa tener que dejar la natación prenatal, gracias a la flotabilidad del agua, nadar de espaldas ayuda a generar una mejor circulación sanguínea tanto de la madre como del bebé.
Tercer trimestre
Durante los tres últimos meses, el beneficio será el fortalecimiento de los músculos del pecho y la espalda. Estas dos zonas pueden sufrir más durante la gestación.
Finalmente,debemos recordar que antes de iniciar la natación prenatal, se debe consultar al médico y empezar poco a poco, sobre todo si no se realizaba ningún ejercicio antes.
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