La natación en aguas abiertas es una disciplina desafiante y emocionante que ofrece a los nadadores la oportunidad de conectar con la naturaleza mientras mejoran su resistencia y técnica. Si estás considerando aventurarte en este tipo de natación, aquí te ofrecemos algunos consejos esenciales para comenzar con éxito.
Antes de lanzarte a la aventura de nadar en aguas abiertas, es crucial que desarrolles una base sólida de entrenamiento en piscina. Practicar regularmente en piscina te ayudará a mejorar tu técnica, resistencia y confianza en el agua.
Es importante que te entrenes antes en una piscina y perfecciones tu técnica, pues nadar en aguas abiertas es más difícil.
En aguas abiertas, la resistencia es clave. Dedica tiempo a entrenamientos que aumenten tu capacidad aeróbica.
Para hacer esto, puedes incorporar sesiones de nado continuo, aumentando gradualmente la distancia para acostumbrar a tu cuerpo a esfuerzos prolongados.
Aunque tu objetivo no sea el de llegar a los juegos olímpicos o participar en campeonatos mundiales, debes mejorar tu resistencia para poder nadar en aguas abiertas.
La respiración es un aspecto esencial de la natación en aguas abiertas. Practica respirar de forma bilateral, lo que te permitirá adaptarte a las condiciones cambiantes del agua y a la dirección del viento o las olas.
Contar con el equipamiento adecuado puede marcar la diferencia en tu experiencia de natación en aguas abiertas. Sobre todo, si nadas en agua fría o templada. Aquí te mencionamos algunos elementos imprescindibles:
Un traje de neopreno no solo te mantendrá caliente en aguas frías, sino que también te proporcionará flotabilidad adicional, facilitando tu nado. Asegúrate de elegir un traje que se ajuste bien a tu cuerpo para evitar rozaduras y garantizar la máxima movilidad.
Opta por gafas con lentes polarizadas para reducir el deslumbramiento del sol y mejorar la visibilidad bajo el agua. Asegúrate de que sean cómodas y ajusten bien para evitar que entre agua.
Una boya de seguridad es esencial para ser visible en el agua y proporciona un punto de apoyo en caso de necesitar un descanso. Además, muchas boyas tienen espacio de almacenamiento para llevar objetos personales como llaves o un teléfono móvil.
La seguridad debe ser siempre una prioridad al nadar en aguas abiertas. Aquí tienes algunos consejos para mantenerte seguro:
Antes de nadar, infórmate sobre el área en la que vas a nadar. Conoce las corrientes, mareas y condiciones meteorológicas. Es recomendable nadar en lugares donde haya socorristas o en compañía de otros nadadores.
Usa un gorro de natación de colores brillantes para ser visible para barcos y otros nadadores. Además, llevar una boya de seguridad también ayuda a aumentar tu visibilidad en el agua.
Planifica tu ruta de natación con antelación y asegúrate de que alguien más conozca tus planes. Esto es crucial en caso de una emergencia o si necesitas ser rescatado.
La natación en aguas abiertas puede ser una experiencia increíblemente gratificante. Y con la preparación adecuada y siguiendo estos consejos, estarás bien encaminado para disfrutar de esta disciplina al máximo.
Si estás decidido a nadar en aguas abiertas, te invitamos a entrenarte en alguna de nuestras siete sucursales de la Ciudad de México. Nuestro enfoque está en la seguridad y ofrecemos clases para niños, adultos y personas de la tercera edad.
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