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Discapacidades, ¿cómo ayuda la natación?

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Discapacidades, ¿cómo ayuda la natación?

De acuerdo a muchos especialistas y, como lo hemos mencionado muchas veces en nuestros blogs, son muchos los beneficios que la natación puede aportar, tanto físicos como psíquicos. Y en este caso queremos hablarte de los que tiene para las personas con discapacidades sensoriales o motoras.

La natación como deporte puede practicarse a cualquier edad, no importa si se padece de trastornos y/o discapacidades o no. Al ser particularmente un deporte suave y no produce impactos negativos en las articulaciones o la espalda, puede incluso ayudar y aliviar el dolor de la artritis y la artrosis. La natación permite trabajar todos los músculos sin problemas y sin demasiada dificultad.

¿Cómo ayuda la natación a personas con discapacidades?

Respecto al apoyo que puede brindar el nadar a las personas con discapacidades, esta funciona como una estrategia de re-educación, ya que la natación permite trabajar técnicas de equilibrio, de propulsión y también de respiración. 

Por ejemplo, para las personas con discapacidad motriz, el agua puede ayudar en terapias de movimiento y, sobre todo, sin ningún riesgo, ya que el cuerpo está en estado de liviandad. Tener la posibilidad de moverse de forma autónoma puede aportar un sentimiento de bienestar nada desdeñable.

Por otra parte, hablando de bienestar, la natación es un deporte ideal también para las personas con trastornos y/o discapacidades psíquicas. La secreción de endorfinas liberada por el ejercicio acuático alivia y relaja al nadador. Esto puede reducir el estrés, aliviar las tensiones y aliviar los excesos de ira, por ejemplo.

 

La natación les ayuda a desenvolverse bastante tanto física como personalmente. Los usuarios nos llegan a externar que se sienten muy contentos por su desarrollo. En el caso de los chicos con autismo, que a veces no hablan mucho, los padres nos escriben o nos comentan en persona: ‘profe, el niño ya tiene mucha fuerza en sus piernas y brazos y estoy muy agradecido con usted’”. Johny Brandon Pérez Hernández. Entrenador del CAOU especialista en terapia con rehabilitación.

 

Una persona con trastornos sensoriales puede explotar su sensibilidad sensorial en el agua. Tocar, sentir y sumergirse en el agua, así como sentir sus vibraciones puede ser un buen ejercicio sensorial para que la persona pueda tomar conciencia de su cuerpo y de su entorno.

Cada nadador avanza a su ritmo, paso a paso. Es una actividad tranquila, donde el cuerpo trabaja en el agua incluso cuando los esfuerzos son débiles.

En Club Cañada queremos lo mejor para ti, por eso, te damos siempre las mejores recomendaciones. Ven, conócenos y vive la experiencia Cañada. 

Discapacidades, ¿cómo ayuda la natación?

14 - abril - 2023

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